Muchas malas prácticas de los sistemas educativos que adolecen de baja calidad, vienen de importar y tratar de implementar soluciones genéricas, “soluciones milagro”, que prometen mucho y al final entregan poco. De hecho, en general, las experiencias pasadas que han intentado lograr el aprendizaje de inglés en las escuelas públicas dominicanas han adolecido de este mal y se han caracterizado por la improvisación, lo eventual y la consecuente discontinuidad. Con esa mentalidad, la tarea se desencamina, pues el acento se pone en los insumos y se dan por descontados los procesos, los individuos y los resultados. Es por esto, que en contraste, en el Programa Bachilleres Bilingües Productivos nos hemos enfocado por años en el proceso de formación continua de los docentes del área; la familiarización con la logística y cultura de las escuelas públicas; el análisis y la revisión del currículo, las ordenanzas, normas y procedimientos establecidos en el área y el desarrollo de un liderazgo que promueve e incentiva a todos los actores del sistema educativo, a lograr el tan anhelado aprendizaje de inglés en la escuela pública.